Hace 6 años estaba llegando nuevamente a Santiago. Apenas 2 horas de viaje, y una cordillera que nos separa y nos une a la vez, como un bordado en relieves cafés y blancos.
Y al llegar el encuentro con Marcela y con Mónica.
Y por esas cosas raras que tiene la vida.... Mónica llegó, luego de múltiples dificultades para regresar, en un vuelo de repatriación desde Madrid en el día de ayer.
Cuantas emociones, cuantas vivencias. Y los hilos que nos unen de manera casi mágica.
Como en la película cadena de favores, las cosas se fueron encadenando para que nos encontráramos. Todo comenzó con una llamada de Marcela en 2011, a raíz de mis talleres de Sprang, pero eso no hubiera surgido si primero Chieko Aihara no hubiera estado en Valparaíso y sembrara la semilla del Sprang. Luego, algo más de una decena de viajes a Santiago, y a Viña, al taller de Vivi Trigo.
al Casa Mora, y al taller de Fabiola Ruiz.
Algunas fotos de ese viaje, para volver a vivir esos momentos tan plenos, mientras esperamos que nuevos vientos despejen los aires, y podamos volar nuevamente.
Y al llegar el encuentro con Marcela y con Mónica.
Y por esas cosas raras que tiene la vida.... Mónica llegó, luego de múltiples dificultades para regresar, en un vuelo de repatriación desde Madrid en el día de ayer.
Cuantas emociones, cuantas vivencias. Y los hilos que nos unen de manera casi mágica.
Como en la película cadena de favores, las cosas se fueron encadenando para que nos encontráramos. Todo comenzó con una llamada de Marcela en 2011, a raíz de mis talleres de Sprang, pero eso no hubiera surgido si primero Chieko Aihara no hubiera estado en Valparaíso y sembrara la semilla del Sprang. Luego, algo más de una decena de viajes a Santiago, y a Viña, al taller de Vivi Trigo.
al Casa Mora, y al taller de Fabiola Ruiz.
Algunas fotos de ese viaje, para volver a vivir esos momentos tan plenos, mientras esperamos que nuevos vientos despejen los aires, y podamos volar nuevamente.
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